Un exejecutivo de Citgo, la subsidiaria estadounidense de la compañía petrolera estatal de Venezuela, y un turista cubano-estadounidense, condenados por corrupción y terrorismo respectivamente, fueron liberados en Venezuela este martes.
La liberación de Gustavo Cárdenas fue confirmada por la agencia de noticias AFP citando a su abogado. El hombre hace parte de los “Citgo 6”, un grupo de seis ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela desde 2017.
El segundo liberado, Jorge Alberto Fernández, había sido arrestado en 2021 cuando entró como turista al país sudamericano con un dron.
La noticia ocurre pocos días después de que una delegación de Estados Unidos de alto nivel se reuniera con el presidente Nicolás Maduro por primera vez en Caracas desde que ambos países rompieron relaciones en 2019.
Según la Casa Blanca, en el encuentro se discutieron “temas energéticos” en el contexto de la invasión a Ucrania. Por su parte Maduro calificó la reunión de “respetuosa, cordial y muy diplomática”.
La noticia de la reunión causó sorpresa y malestar entre la oposición venezolana, pese a que los emisarios estadounidenses también se reunieron con Juan Guaidó, quien Estados Unidos reconoce como el legítimo presidente de Venezuela.
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El trato de Venezuela a los ejecutivos de Citgo detenidos ha variado a medida que las relaciones entre EE.UU. y Venezuela se han calentado y enfriado. A veces los detenidos estaban en prisión, otras veces en arresto domiciliario.
En 2020 fueron recluidos en una celda individual en la prisión subterránea de la policía secreta de Venezuela, donde Naciones Unidas ha documentado irregularidades y abusos contra los derechos humanos en el caso de al menos uno de ellos.
Pero en mayo de 2021 fueron sacados de prisión y enviados a cumplir arresto domiciliario, una decisión que el gobierno Biden acogió positivamente.
Alternativas al petróleo ruso
De acuerdo a los expertos consultados por el diario The New York Times, que filtró la información sobre la reunión y su particular contexto el fin de semana pasado, Washington está buscando alternativas al petróleo ruso.
Este martes el presidente estadounidense Joe Biden anunció la prohibición total e inmediata de las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia como sanción por la invasión de Putin a Ucrania.
Desde abril de 2019, EE.UU. no permite que Venezuela negocie su crudo en el mercado estadounidense, un comercio que le representaba el 96% de los ingresos al país sudamericano.
Pero cuando se empezaron a aplicar las sanciones contra las exportaciones de gas y petróleo de Rusia, varias figuras influyentes afiliadas a los dos principales partidos políticos de EE.UU. apuntaron a Venezuela como un potencial sustituto para suplir la escasez generada por las sanciones.
Venezuela produce unos 800.000 barriles de petróleo diarios, apenas una fracción de los 3 millones que produjo al día durante años.