Luego de una recuperación en 2021 del consumo aparente de acero en Latinoamérica, este año esperan una caída de 2.1% por la invasión de Rusia a Ucrania, así como por la alta inflación y una esperada desaceleración económica mundial, incluso, está previsión puede resultar en una mayor disminución.
De la región, México es de los pocos países que tienen una proyección positiva en el consumo aparente (indicador que considera la producción local más las importaciones y menos las exportaciones), señaló en entrevista el director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana del Acero (ALACERO), Alejandro Wagner.
El 2021 fue de recuperación para la industria siderúrgica en América Latina, pues el consumo de acero creció 27% respecto a 2020, año en el que el cayó 10% debido a la pandemia de Covid-19.
Para 2022, después de un mes de haber comenzado la guerra de Rusia contra Ucrania, se estimó que el consumo en la región caería un 2.1%, pero ante la prolongación de la guerra y el entorno geopolítico y económico, este calculo podría ser de una disminución de entre 5 y 10%.
“En ese momento estábamos con la guerra recién empezada sin saber la magnitud y la duración de esta, que aún no termina lamentablemente, a eso se le suman factores coyunturales diría político-económicos de la región”, comentó Wagner.
Respecto a México, dijo que es de los pocos países de la región donde se estima un pequeño crecimiento en el consumo de acero; eso así, ahora es menos menos positivo de lo proyectado a principios del año, prevé la cámara mexicana, pero el indicador, el cual se revisa cada 4 meses, se mantiene en ese terreno favorable.
Si bien, el consumo de acero en construcción (a gran escala y residencial) se ha ralentizado en México, hay un buen nivel en lo que respecta al sector automotriz y de maquinaria; es por esto que el consumo de acero mexicano está un poco mejor que la media latinoamericana.
Para el director ejecutivo de Alacero, el panorama es incierto por la guerra y los vaivenes económicos, pero confía en la resiliencia que siempre ha mostrado la industria siderúrgica de la región.
“En nuestro sector particularmente estamos lamentablemente acostumbrados a estos ciclos, este quizás fue uno de los más fuertes de la historia, la sumatoria de factores parece que es una tormenta perfecta, pero bueno hay un sector que que sabe de resiliencia y de volver a arrancar es el siderúrgico”, aseguró.
Algo que Wagner destaca es la recuperación de empleos que se perdieron por la pandemia: en el primer año de la Covid-19 dejaron de operar 18 hornos y hubo una pérdida de más de 90,000 empleos en el sector, pero en 2021, se generaron más de 100,000.
También resaltó las inversiones que está realizando la industria en sostenibilidad, lo que se refleja en una menor huella de carbono la cual es menor 15% en América Latina que el promedio global, pero sus señala que sus metas de descarbonización de la industria son responsables por lo que no fijan un año.
“Acá somos un mundo de ingenieros y nos gusta más de responder con información, por ejemplo, las renovables hoy representan el 10% de la generación de energía en el mundo y han crecido exponencialmente en los últimos 10 años, ¿a qué tiempo llegaremos hacer 100% renovables? Bueno, en la próxima década probablemente que no, porque tenemos que crecer 10 veces más”, puntualizó Wagner.
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