Los estadounidenses volverán a votar este martes 8, esta vez en las elecciones de mitad de mandato, que deciden qué partido controlará el Congreso de EE.UU. y decidirá el destino del gasto público estadounidense. Por lo tanto, América Latina y los latinos, en particular, son una parte relevante del juego.
Estados Unidos tiene un gran número de elecciones. Sólo el gobierno federal estadounidense tiene dos elecciones cada dos años, mientras que Brasil y la mayoría de los países latinoamericanos tienen elecciones generales cada cuatro años.
Están en juego 435 escaños en la Cámara de Representantes, donde los demócratas controlan la cámara, pero 5 escaños podrían inclinarla hacia los republicanos.
En el Senado se disputan 35 escaños de un total de 100. Para esta legislatura, hay un reparto al 50%, y los demócratas la controlan actualmente con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
Por otra parte, hay 36 contiendas en elecciones de gobiernos estatales, incluyendo los 4 estados fronterizos con México: California, Arizona, Nuevo México y Texas. En general, se espera que la participación latina en estas elecciones alcance récords y, por tanto, influya en los resultados.
Larry Jacobs, politólogo y profesor de Asuntos Públicos de la Universidad de Minnesota, dijo que los votantes de habla hispana son uno de los grupos de mayor crecimiento en el electorado estadounidense y “una influencia potencialmente decisiva en los resultados”.
Un factor a favor de esta proyección es el incremento en la cantidad de electores de origen latino que podrían participar en la jornada. De acuerdo con NALEO en la elección de 2020 habían 30,6 millones de latinos elegibles para votar.
Para las intermedias de 2022, la cifra es de 34,5 millones, refiere el Pew. Esto significa un aumento de más de 12.7%, el crecimiento más significativo en toda la paleta electoral.
“La gran población latina del sur de Florida y de Texas podría muy bien decidir el resultado de estas elecciones de mitad de mandato”, señaló Jacobs.
Por su parte, Leonardo Paz, investigador del Centro de Prospección e Inteligencia Internacional de la Fundación Getúlio Vargas de Brasil, dibujó dos posibles escenarios para las elecciones de medio término que eligen a los miembros de la Cámara de Diputados y del Senado.
Para él, un Congreso más republicano puede prestar menos atención a América Latina y estar menos preocupado por lo que se hace en la región que los demócratas.
“Un Congreso más republicano — y me refiero a uno republicano más clásico, un poco diferente del republicano a la Trump — es un Congreso que presta un poco menos de atención a América Latina y es un poco más duro con los latinos en general en el propio suelo estadounidense”, dijo.
Para la región en general, Paz dice que los países del mundo se volvieron menos preocupados por las críticas de EE.UU. sobre lo que estaban haciendo con sus temas, especialmente los derechos humanos y las cuestiones climáticas. “Y la administración Trump fue un buen ejemplo de ello”, dijo.
Si bien se ve a los congresistas demócratas estadounidenses presionando más en temas como la política exterior en América Latina, a nivel interno son más flexibles con los derechos de los latinos, especialmente en relación a los llamados “Dreamers”, latinos que fueron llevados de niños a EE.UU. y vivieron toda su historia en este país.
Un Congreso que debate una política de inmigración más republicana produce generalmente una política más dura y restrictiva, mientras que uno demócrata tiende a ser más flexible, según el profesor.
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