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Ley Lucio, ¿De qué trata?

Qué pasó. El proyecto de la llamada “ley Lucio” fue incluido en el temario que el Senado tratará durante las sesiones extraordinarias de este verano. Esto se oficializó este jueves con un decreto publicado en el Boletín Oficial.

Las obligaciones que crea. Si es convertido en ley, el proyecto establece la capacitación permanente sobre derechos de la infancia y violencias contra niñas, niños y adolescentes de todas las personas que trabajan en el Estado. Es decir en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial nacionales, de las provincias, de la ciudad de Buenos Aires y de todos los municipios del país.

Lo que busca prevenir, detectar y detener. La violencia física, sexual y psicológica que sufren niños, niñas y adolescentes. También, la negligencia. Es decir, cuando no se dan los cuidados básicos a un chico y chica.

Los casos que inspiraron el proyecto. Lucio Dupuy, un nene de 5 años, fue asesinado en noviembre de 2021 en La Pampa tras sufrir todo tipo de violencias, desde abuso sexual hasta maltratos físicos reiterados. Por el hecho fueron detenidas su madre, Magdalena Espósito Valenti, y la pareja de ella, Abigail Páez. El próximo 2 de febrero se conocerá el fallo de la Justicia.

La violencia más invisibilizada. Los centros de salud detectan solo un 10% de los casos que circulan por guardias y consultorios. Esa es la estimación que hace Javier Indart, director médico del Hospital de Niños Pedro Elizalde.

7 millones de chicos y chicas expuestos a violencia. La Organización Mundial de la Salud estima que 1 de cada 2 niños y niñas es víctima de algún tipo de violencia. En la Argentina y según una proyección hecha por Red por la Infancia en base a los datos del Censo 2010, estamos hablando de 7.000.000 de chicas y chicos.

Una realidad tan espantosa como cotidiana. Juan Pablo Mouesca es Jefe de la Unidad de Violencia Familiar del Elizalde, que nació como una experiencia piloto hace 30 años y es la única de su tipo en la Ciudad y provincia de Buenos Aires. Reciben unas 200 consultas nuevas por año, casi siempre de casos graves.

¿Se aprobará el proyecto? Se espera que sí, ya que hay consenso entre los distintos espacios políticos. La propuesta conjuga tres proyectos impulsados por el diputado Martín Maquieyra (Pro) y las diputadas Roxana Reyes (UCR) y Paola Vessvessian (FdT).

Dos advertencias. “Si bien es muy importante que haya capacitación, tiene que haber un sistema articulado que haga que una vez que se detecte una situación de violencia, se intervenga. Es decir, es buenísimo abrir la puerta para que entre más demanda, porque hay mucha que está oculta, pero es clave darle una respuesta”, señala Mouesca, de la Unidad de Violencia Familiar del Elizalde.

Por qué es importante este proyecto. Las historias de Abigail y Lucio provocaron una gran conmoción a nivel social y pusieron sobre la mesa una realidad dolorosa: son millones las niñas, niños y adolescentes en la Argentina que están expuestos a violencias cotidianas de todo tipo y horrorizarnos no alcanza para ponerles un freno. El involucramiento de toda la ciudadanía, es fundamental, y todos podemos hacer algo desde nuestro lugar.

Cuáles son los puntos centrales del proyecto de ley. La normativa busca instaurar tres herramientas fundamentales:

2. La reserva de identidad en las denuncias: implica la obligación del Estado de intervenir ante una denuncia sin requerir que quien la realiza se exponga. “Esto es muy importante porque hay muchos mitos y desinformación. Hay que denunciar cualquier sospecha de violencia pero también tener en cuenta que en muchos casos, sobre todo en las localidades chicas, la gente tiene miedo de represalias, y de hecho han ocurrido casos de agresiones a médicos y docentes, por ejemplo, lo cual tiene un efecto disuasorio”, asegura Wachter.

3. Campañas masivas de concientización: El hacerle frente a las violencias implica generar un cambio profundo a nivel social. “Tenemos que cambiar la cultura del no te metas, generar otro tipo de conciencia social e instalar fuertemente la idea de que casos como el de Lucio no suceden en mundos lejanos a nuestra vida cotidiana: cada uno de nosotros puede incidir en su centímetro cuadrado de intervención, ya sea informándonos para ser agentes de detección temprana o entendiendo que el disciplinamiento físico está prohibido por ley: tenemos que desnaturalizar la violencia en el marco de la crianza, no se educa más a los golpes”, resume Wachter.

Desde Red por la Infancia se propusieron “monitorear fuertemente la aplicación de la ley”. “No podemos quedarnos solo en la capacitación sobre violencias, necesitamos trabajar en herramientas efectivas. Estamos hablando de chicos que están pagando con su vida y no pueden seguir siendo invisibles para Estado”, concluye Wachter.

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