El pasado 23 de enero el ciudadano Roberto Arzú García Granados formalizó su inscripción en el Registro de Personas de Guatemala para correr como candidato a la presidencia de dicho país en las próximas elecciones a realizarse en el mes de Junio; habiendo recibido ya el certificado de dicha inscripción. Este hecho, ha sido celebrado por él, y por el partido que representa, mostrándolo como una victoria para la democracia en su país; pues, según declaraciones que el señor Arzú ha hecho desde el año pasado, los representantes de lo que el llama “el sistema corrupto que gobierna actualmente” intentaron por todos los medios, incluso ilegales, detener dicha inscripción.
Sus acciones en contra de la participación de Roberto Arzú en el proceso electoral parecen evidenciar que sus denuncias en contra de las atrocidades del gobierno son ciertas. Bajo una visión práctica, parecen estar respondiendo al miedo que les da ver en la silla presidencial a alguien que no le temblará la mano para hacerlos pagar por sus crímenes, corrupción y saqueo al país. Desde hace mucho tiempo el candidato ha estado hablando de manera frontal, exponiendo y denunciando los actos que siguen deteriorando la economía del país centroamericano y que incluso han redundado en la muerte de personas.
El pasado fin de semana Roberto Arzú publicó un video en redes sociales, denunciando lo que describió, como el último intento del pacto de corruptos por robar al país al que deben servir; en dicho video expuso la próxima firma de un contrato para que el INDE compre energía eléctrica, aun cuando claramente el país no la necesita. Ahora, según el mismo Roberto Arzú, como fruto de esta denuncia pública, se ha enterado de una reunión en la que el presidente Giammattei y representantes de los diferentes entes y sectores de la economía de los que ha hablado frontalmente, han gestado un plan para impedir su acreditación como candidato a la presidencia.
Tal parece que un fraude electoral se está moviendo, no en un conteo de votos, sino al impedir la participación de candidatos, aun cuando ya el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala revocó con anterioridad los recursos legales que había en contra del candidato. Toda Guatemala está confiando, en que los magistrados del TSE no cederán ante amenazas y manipulaciones del gobierno, permitiéndole a Roberto Arzú recibir sus credenciales, y garantizando así, la democracia en Guatemala. No hubo argumentos para negar su inscripción, y tampoco los hay ahora.