Brasil y México sorprendieron a los inversionistas con un crecimiento mayor al esperado en los datos publicados el viernes, lo que indica que las economías más grandes de América Latina están resistiendo las altas tasas de interés y una acelerada inflación.
La actividad económica de Brasil creció un 3,3% en febrero frente al mes anterior, según el índice del banco central equivalente al producto interno bruto, aproximadamente tres veces el aumento de 1,05% que estimaron los analistas en una encuesta de Bloomberg. La economía mexicana se expandió un 1,1% en el primer trimestre frente al periodo de tres meses anterior, superior al 0,8% de la mediana de los pronósticos de la encuesta, según datos preliminares. En la comparación interanual, México se expandió un 3,9% más rápido que todas las estimaciones —a excepción de una— en la encuesta a los economistas.
Las cifras de crecimiento sorprendieron a los inversionistas en medio de las medidas de ambos bancos centrales de mantener una estricta política monetaria para frenar una inflación superior al objetivo.
El nuevo Gobierno de Brasil, bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, está trabajando para renovar los flujos crediticios, mientras que México se ha visto beneficiado por una sostenida demanda estadounidense. En conjunto, los informes darán que pensar a los analistas que han advertido que se avecinan contracciones económicas.
“Los principales mercados desarrollados han sido sorpresivamente resilientes en lo que va del año, lo que podría estar ayudando a respaldar las exportaciones”, dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics. “El crecimiento salarial en México y Brasil ha sido bastante sólido. Y, en el caso de Brasil, el sector agrícola parece estar repuntando”.
No obstante, “es posible que los bancos centrales estén un poco preocupados”, dijo Jackson. “Un crecimiento más sólido sugiere que la inflación subyacente podría permanecer alta por más tiempo”.
Aumento de tasas para frenar la inflación
Ambas economías han elevado bruscamente sus tasas de interés para frenar la inflación posterior a la pandemia: los costos de endeudamiento de Brasil se ubican en un 13,75% y los de México, en un 11,25%, entre las tasas más altas dentro del Grupo de los 20 países.
Si bien el informe del Banco Central de Brasil no proporciona un desglose detallado, datos anteriores del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) mostraron que los servicios aumentaron un 1,1% en febrero frente al mes anterior, aunque el comercio minorista cayó un 0,1%.
Mientras tanto, la economía de México ha registrado seis trimestres consecutivos de crecimiento, el período más largo bajo la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. La expansión se vio apuntalada por el sector servicios, que creció un 4,4% anual en el primer trimestre, mientras que la manufactura aumentó un 2,7% y el sector agrícola, un 2,4%.
Tras la publicación de los datos, Goldman Sachs Group Inc. elevó su pronóstico de crecimiento del PIB mexicano para 2023 de 1,8% a 2,1%, según un informe de su economista jefe para América Latina, Alberto Ramos.
“En México, hemos visto avances en todo lo que tiene que ver con el nearshoring”, dijo Andrés Abadía, economista jefe para América Latina de Pantheon Macroeconomics. “Hemos visto un impulso sostenido en sectores que estaban rezagados y, en el caso de Brasil, en el sector agrícola, gracias a que hubo una buena cosecha”.