El ex presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ha sido condenado a ocho años de prisión tras aceptar los cargos de fraude, lavado de dinero y cohecho. Esta histórica sentencia se produce después de años de acusaciones de corrupción que llevaron a la renuncia de Pérez Molina en 2015 y desencadenaron protestas masivas exigiendo su salida del gobierno.
Pérez Molina Admite Culpa
El ex mandatario guatemalteco admitió su responsabilidad en los tres delitos que se le imputaron durante una audiencia judicial. Ante la jueza Eva Recinos, Pérez Molina declaró: “Acepto los tres delitos que se me imputan”. Este paso significativo en el proceso legal confirmó su participación en actividades fraudulentas, lavado de dinero y cohecho mientras estaba en el cargo.
Renuncia y Acusaciones
La renuncia de Otto Pérez Molina en 2015 fue el resultado de acusaciones de corrupción que sacudieron su gobierno y llevaron a una ola de indignación pública. Su vicepresidenta, Roxana Baldetti, también enfrentó cargos por actos de corrupción. Las acusaciones apuntaban a una estructura criminal que operaba en el más alto nivel del gobierno, defraudando al Estado y participando en sobornos.
Veredicto y Penas
La jueza Eva Recinos determinó que Pérez Molina había cometido los delitos con agravantes como la premeditación y el abuso de superioridad. Como resultado, se le impuso una sentencia de dos años y seis meses por fraude, dos años y seis meses por cohecho y tres años por lavado de dinero, sumando un total de ocho años de prisión. Además de la pena de prisión, se le impuso una multa de casi tres millones de dólares.
Impacto en Guatemala
La condena de Pérez Molina marca un hito en la lucha contra la corrupción en Guatemala. Durante su mandato, la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) reveló la existencia de numerosas organizaciones criminales infiltradas en el Estado. Esta revelación desencadenó una serie de investigaciones y condenas contra empresarios y funcionarios por diversos delitos.
Caso de Roxana Baldetti
La ex vicepresidenta Roxana Baldetti también enfrenta acusaciones de corrupción por su participación en la misma trama de corrupción durante el gobierno de Pérez Molina. Aunque ya cumple condenas de 15 y 16 años por casos de fraude y corrupción en aduanas, se espera que enfrente más cargos relacionados con lavado de dinero y cohecho en un juicio reprogramado para octubre.
Además, Baldetti tiene pendiente una orden de extradición de Estados Unidos debido a supuestos vínculos con el narcotráfico, lo que agrega un nuevo giro a su ya complicada situación legal.
La condena de ocho años de prisión a Otto Pérez Molina marca un logro significativo en la lucha contra la corrupción en Guatemala y refleja el compromiso continuo de las autoridades guatemaltecas en la búsqueda de la justicia y la rendición de cuentas. La sentencia envía un fuerte mensaje sobre la importancia de mantener la integridad en el gobierno y proteger los recursos del Estado para el beneficio de la sociedad.