Más de 60 delegaciones de 16 países de América inauguraron este lunes en Caracas la XVII Asamblea General Ordinaria del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac), con la participación de equipos de España y Portugal, para la búsqueda de nuevos acuerdos.
La reunión, que se extenderá hasta el miércoles, tiene entre sus objetivos el “fortalecimiento de la economía indígena como una alternativa absolutamente necesaria para garantizar el futuro de la vida, en contraposición a los modelos extractivistas”, dice una nota de prensa del organismo.
Según la agenda, la primera jornada será de “consultas paralelas” entre los pueblos indígenas y los representantes de los Gobiernos de Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela.
El objetivo es “establecer acuerdos sobre temas estratégicos desde la perspectiva de los pueblos indígenas, con el fin de emitir recomendaciones pertinentes para el futuro del organismo en el bienio 2024-2026”, prosigue el escrito.
A través de esta asamblea, el Filac busca “establecer un marco de compromisos para fortalecer la capacidad de los Estados” para atender las necesidades de estos grupos, a los que pertenecen cerca de 58,2 millones de personas en la región.
El Fondo -creado en 1992 en la II Cumbre Iberoamericana- ha advertido que la emergencia climática “pone en grave riesgo a miles de pueblos indígenas en todo el mundo”, por lo que ve necesario establecer mecanismos de protección ante los embates del tiempo.
“Será primordial discutir las oportunidades que existen para que los gobiernos implementen políticas públicas orientadas a preservar la madre Tierra y promover la gobernanza de los recursos hídricos y naturales, ubicados en territorios indígenas”, agrega la nota de prensa.