Porto Alegre, la capital del estado de Rio Grande do Sul en Brasil, se enfrenta una vez más a severas inundaciones provocadas por fuertes lluvias que han superado las expectativas de las autoridades locales. El alcalde de la ciudad, Sebastiao Melo, ha expresado su preocupación ante la extensión del problema, que ahora afecta prácticamente a toda la ciudad.
Las intensas precipitaciones, que comenzaron durante la medianoche del miércoles, se concentraron principalmente en el sur de la ciudad, donde se han registrado entre 100 y 130 milímetros de lluvia. Estas cifras superan ampliamente los pronósticos iniciales, que auguraban entre 60 y 90 milímetros de precipitación. Maurício Loss, director del Departamento Municipal de Agua y Alcantarillado (DMAE), confirmó la magnitud de las lluvias, destacando su fuerza inesperada durante la mañana.
La situación se ve agravada por las condiciones preexistentes en la ciudad, con desagües obstruidos y suelos saturados, lo que ha facilitado la acumulación de agua en diversas áreas urbanas. Ante esta nueva emergencia, el alcalde Melo ha tomado medidas preventivas, como la cancelación de clases en escuelas públicas y privadas, así como el cierre de compuertas para evitar la entrada de agua del río Guaíba.
Estas inundaciones llegan como un nuevo golpe para Porto Alegre, que aún se recupera de las devastadoras inundaciones de semanas anteriores. En ese desastre climático sin precedentes, 163 personas perdieron la vida y 64 siguen desaparecidas, según el último balance oficial. La región también sufrió graves daños en áreas urbanas y rurales, con el 90% de los municipios del estado afectados por el desbordamiento de ríos.
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