Los feminicidios son uno de los focos rojos más alarmantes, incrustados en el corazón de México, es uno de los delitos más letales e impunes a nivel mundial. En el país, cada día entre 10 y 11 mujeres y niñas son víctimas de este delito y el 95% de dichos crímenes, quedan impunes. En contexto, en 2021, más de la cuarta parte de las 3,750 mujeres asesinadas en México fueron delitos catalogados como feminicidios.
Los feminicidios en México, en suma, aumentaron significativamente: las 427 víctimas reportadas en 2015 pasaron a ser 1,004 en 2021. El Índice de Paz de México (IPM, 2022) revela a su vez, distintas dinámicas de género en los homicidios en México, según las estadísticas oficiales, casi uno de cada cinco homicidios de mujeres ocurre en el hogar.
En los últimos años, la violencia contra las mujeres y niñas ha sufrido un incremento sostenido, a la fecha, hablamos de un aumento del 70%. Esta privación delictiva de la vida de una mujer o niña, víctima por razones de género, en su gran mayoría, incluyen evidencia de violencia sexual antes de la muerte de la víctima. En suma, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2021) del INEGI, entre 2016 y el año pasado, las agresiones que más aumentaron fueron la de violencia sexual (de 41.3% a 49.7%).
De forma más visible en 2021, la violencia contra las mujeres de 15 años y más a lo largo de su vida, se registró en el Estado de México con un 78.7%, en la Ciudad de México con un 76.2% y en Querétaro con un 75.2%, mientras aquellos Estados, que proyectaron una menor prevalencia fueron Tamaulipas (61.7%), Zacatecas (53.9%) y Chiapas (48.7%).
Recordemos, que México se convirtió en un referente internacional de la violencia de género desde la década de 1990, tras el asesinato de más de 370 mujeres y niñas en Ciudad Juárez, Chihuahua. El feminicidio se incluyó por primera vez en el Código Penal del país, en 2012 y se incorporó a las estadísticas oficiales de Delincuencia como una categoría distinta en el mismo año, a la par, en 2007 se adoptó por primera vez el Mecanismo de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM).
El “Mexico Institute” este año, reportó a través del Programa Justicia en México, en el cual participa el Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Diego (USD), que México ha registrado niveles récord de violencia en los últimos años, al respecto sobre este tópico, en su último informe, proyectó evidencia determinante sobre que el aumento acelerado de feminicidios en México, son un reflejo No solo del aumento de la violencia que se vive en el país.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), por otro lado, asegura que este delito y la violencia contra las mujeres y niñas, están íntimamente ligados a la desigualdad y la discriminación de género, por lo que a través de la Agenda 2030, en específico de su meta: “La eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en las esferas pública y privada”, nos invita a sumar esfuerzos en todas sus formas, a fin de coadyuvar a la Construcción Integral de una Ruta conjunta para eliminar la Violencia contra las Mujeres y Niñas (VCMN).
En contraste a las cifras anteriores, en los últimos siete años, el asesinato de menores ha ido en aumento tanto para niñas como para niños, a lo que se le suma, el reclutamiento de nuestra niñez por parte de los Grupos Delictivos y del Crimen Organizado, que va de entre 145,000 y 250,000 niñas, niños y adolescentes de acuerdo con estimaciones recientes por parte de la la Red por los Derechos de la Infancia y el Observatorio Nacional Ciudadano.
Lo anterior, nos lleva a sugerir, como muchos especialistas en distintas materias y que han estudiado el tema a detalle, que de forma urgente, se debe de incluir en los Planes de Estudio, desde el nivel básico hasta el superior, materias y talleres, destinados a que de forma consecutiva y permanente, enseñen el trato respetuoso igualitario a niños, niñas, mujeres y hombres entre sus semejantes.
Entre otras acciones, que están vigentes, sin duda, es imperante sumarnos cada día más, estratégicamente, a fin de prevenir, atender, sancionar y, finalmente, erradicar la VCMN, partiendo del hecho de que, como la ONU lo indica, se requiere de un enfoque integral en el que se aborde la problemática a nivel multisectorial con un claro enfoque de Derechos Humanos, perspectiva de género y de interculturalidad.
Esta violencia, es un gran reto a ser resuelto por México, es un problema de todos y todas nosotras, el cual guarda una transversalidad compleja y desafiante, desde la perspectiva de la seguridad, salud, educación pública, entre otros.
Esta epidemia de violencia contra las mujeres y niñas en el país, nos ha dejado un saldo enorme, un saldo lleno de rostros, rostros con nombres como los de Fátima, Inés, Aurora, Johana y Debanhi, Liliana, Luz Raquel, en suma, a miles de otras caras más de víctimas de feminicidio y violencia de género, que ruegan vivas, también en espíritu, ser vistas con ojos de justicia, por todas y todos nosotros.
Nuestra demanda, se suma a los cientos de manifestaciones y protestas efusivas de las cuales hemos sido y somos testigos, también a esas “huelgas” silenciosas y al luto que guardan miles y miles de familias golpeadas por esta ola de violencia e injusticias que enmarcan los rostros de mujeres y niñas, víctimas en este país, con el objetivo de hacer el mayor “ruido” posible para crear una conciencia colectiva profunda, exigir e impulsar, cambios contundentes para minimizar y erradicar lo antes posible, las heridas que esta batalla deja en México, cada día.
“Rompe el silencio: Cuando seas testigo de la violencia contra las mujeres no te quedes de brazos cruzados: Actúa”, Ban Ki Moon, el Ex Secretario General, de la ONU.
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