El Perú sufre una nueva crisis política, tras un intento de Golpe de Estado fallido. La semana comenzó con la búsqueda de 87 votos para la vacancia del actual ex Presidente Pedro Castillo, que horas después de su anuncio fue detenido y destituido de su puesto de Presidente con la aprobación de 101 votos a favor de su vacancia.
Castillo demostró una “permanente incapacidad moral”, verse involucrado en más de seis investigaciones por corrupción y el respaldo de una ideología izquierdista, tomando decisiones que perjudicaron a un país. Teniendo a un pueblo arrepentido por haber votado por el resentimiento al gobierno. Por años y hasta la fecha existe un gran resentimiento de comunidades campesinas hacia el gobierno, muchos pueblos de las provincias, se sienten engañados, con obras sin terminar, con autoridades con propios intereses. A esto debemos agregar el reclamo constante del centralismo en Lima, como concentración del poder político y económico, el cual ha generado un profundo rechazo, desequilibrio y el desarrollo de un gobierno central, que no tomo en cuenta las diferentes culturas y necesidades económicas de los pueblos sobre los que influyen.
El desprestigio de la clase política en el Perú, es muy alta. Y las disputas entre los poderes del Estado entre el Legislativo y Ejecutivo, ya eran alarmantes. Solicitándose a pedido del Gobierno de Pedro Castillo la intervención de la OEA, activando la Carta Democrática Interamericana a través los artículos 17 y 18 del mencionado documento. Consiguiendo que viniera una comisión en una misión oficial.
Esta visita para el pueblo peruano, significo una esperanza de respuesta de ayuda pero también la muestra del victimismo de un Presidente que era rechazado por su pueblo por justas razones.
La OEA, se pronunció ante la crisis llegando a la conclusión que existía un gran respeto hacia la democracia y apoyo a la continuidad del proceso democrático, generando una indignación, dando a entender su respaldo a Castillo y mostrando una venda que no permitía ver la desesperación del pueblo y los casos de investigación que eran innegables.
Pedro Castillo ha caído, tras lo sucedido la OEA, se volvieron a pronunciar resaltando el gran respeto por la constitución, pero también la oportunidad pérdida de las recomendaciones en donde una vez más se resalta el apoyo de la continuidad del proceso democrático, generando una nueva indignación. Era innegable que se tenía la intención de una dictadura.
Pedro Castillo, tomo decisiones con evidente desesperación, no contó que las Fuerzas Armadas respetarían la democracia, no contó que sus Ministros lo dejarían solo, no contó que daría la oportunidad al Legislativo y conseguirían la vacancia.
El Perú pasa por un acontecimiento histórico, teniendo el Golpe de Estado fallido más rápido en ser resuelto y la Primera Mujer Presidente en un país que aún mantiene una cultura machista.
Dina Boluarte, es la nueva presidente y ya el pueblo peruano presenta una nueva división, por un lado el rechazo hacia ella por su cercanía a Castillo, por sus investigaciones, por una supuesta infracción constitucional y porque ante los últimos acontecimientos existen dudas sobre la manera de cómo se dejó solo a Castillo. Dando a entender un acuerdo interno en donde Castillo fue sacrificado.
Y por otro lado, Dina Boluarte deberá de dialogar con representantes políticos, congresistas y buscar la colaboración por el bien del país. Se espera este sea el inicio de restablecer al Perú a pesar de la sombra de la izquierda que intenta apegarse a la nueva Presidenta.
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