Por: Augusto Hernández *
En días pasados tuve la oportunidad de realizar un viaje por un bello país llamado Costa Rica, con una gran cultura ecológica, una vocación turística natural y con una gente cálida, preparada y con ganas de vivir en su tierra llena de volcanes, ríos, playas, montañas y pequeños valles.
Dentro de las actividades a realizar en mi viaje no estaba la parte turística; sin embargo, si el promover el lanzamiento del libro de AICODI, el Anecdotario Político Volumen II; segundo, realizar difusión, entrevistas en medios e invitaciones al II Congreso Internacional de Estrategia Digital y Comunicación Política que junto a nuestra Asociación, organizamos con la Universidad de Xalapa, en mi país (México) y que se estará llevando a cabo a finales de este mes; también aporta algo de trabajo social de la mano de una Incubadora de líderes, sí, una Asociación que sin fines de lucro desea formar mejores ciudadanos y capacitarles y por último, coordinar un Congreso para el mes de agosto similar al de Xalapa con el IDESPO de la Universidad Nacional. Todo esto en mi calidad de presidente de AICODI (Asociación Internacional de Comunicación Política Digital)
Sin embargo y como parte de mi naturaleza, en cada salida, visita, charla de café, reunión y caminata por puestos comerciales y en los recorridos en transporte, hacía mis clásicas preguntas para empaparme y conocer en poco tiempo lo más que pudiera de ese país, me extrañó lo que escuchaba en la calle sobre el aparato gubernamental actual, así que un par de llamadas y pedí al equipo que siempre está dispuestos a mis locuras, que corrieran una escucha social, enfocada a la “cuota de voces” obtenida en el mes anterior personajes políticos, entre ellos el presidente de Costa Rica Rodrigo Chaves; el presidente del Congreso, también Rodrigo de nombre, pero Arias de apellido; algunos políticos oficiales, de oposición y las principales fracciones legislativas de Costa Rica. Me sorprendió sobre manera, que el resultado fuera similar a lo que se observaba en la calle, lo que no esperaba, es que esa figura opositora, sin cargo público, puesto gubernamental –local o federal- o representante popular de algún tipo y mucho menos, que se hiciera de más del 54% de la “cuota de voz” o conversación digital, sin mencionar que fuera en el cumplimiento del primer año de la administración “chavista” como le llaman algunos ticos a la actual administración en su país.
Por pura curiosidad profesional –para que no me llamen chismos-, pedí que fuera configurada la herramienta que corría de “escucha social” para determinar en ese mes, quien dominó la conversación en las redes sociales alrededor del Primer Informe Presidencial –debo confesar que no sabía que había sido mes de informe hasta que un chofer de Didi lo dijo- y vaya sorpresa me llevé. Obviamente pensé que el gobierno, cuya comunicación es mejor que la de todos los anteriores, por lo menos al exterior así se aprecia, sería la línea, pero… no.
El empresario y al parecer ex político opositor –gogleado-, Antonio Álvarez Desanti fue quien domino ampliamente la conversación ese mes en Redes Sociales con un 54.4%; por su parte. el presidente Chaves le siguió con un 25.3%; luego apareció el lado femenino en la disputa y de la “voz” por lo menos digital de la diputada “oficialista” Pilar Cisneros con un 8.7% y nuevamente lejos por bastante con un 6.8%, el presidente del Congreso, el otro Rodrigo, pero Arias quien –gogleado- resultó hermano del otrora Presidente Tico y también galardonado Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias Sánche; ya con una ínfima participación en la conversación, aparece la fracción legislativa del Frente Amplio, algo que también me sorprendió, cosa que no sucede en mi país de forma frecuente –comunicación como unidad comunicacional-.
Obviamente los datos me hicieron dar un barrido en las redes para entender el reporte, algo que en mi óptica parecería normal en tiempo electoral o post Informe gubernamental, es que quien domina la comunicación es el aparato gubernamental, solamente por el hecho de que se pauta y se generan campañas para ello, en dado caso que no sea temporada de elección, quien domina es algún gobernante o personaje que gobierna o su oposición desde la elección popular; empero, en este caso, era sólo una persona que no ostenta cargo o puesto público quien lidera la conversación de tema político.
Abrí el buscador y… busqué en sus redes, para mi sorpresa está en todas las plataformas, facebook obviamente es la principal, con más de 170,000 seguidores –pensé, que me pase unos-. Ahí, en ese momento, descubrí que el Álvarez Disentí tenía una campaña y que no era una ocurrencia, sino que estaba diseñada estratégicamente y bien ejecutada bajo el eje y narrativa principal de: “¿Qué pasa presidente?”
Los contenidos de dicha campaña, iniciaron precisamente el mismo 1er día del mes medido y de Informe, con base en un mensaje poderoso y con tono de confrontación contra el Presidente Chaves, donde lo afronta o reta a decir, y sobre toda demostrar dentro de su primer Informe ante el Congreso -la verdad-, haciendo alusión o énfasis a la falta de cumplimiento de promesas, señalando por mencionar algunas la de reducir el precio del arroz o más importante aun, las medicinas.
La campaña se observa programada y con buen “timing”, continua a lo largo de mayo, con “ataques” o más bien señalamientos sistemáticos, medidos, metódicos y sustentados. Siempre bajo el mismo tono, color y eje rector de comunicación “¿Qué pasa presidente?”
Como se observa en el gráfico arrojado por el estudio de escucha, existen picos, el 9 de mayo uno, casualmente ese día se encuentra publicado un video en el mismo sentido, en donde le dice al presidente Chaves: “la jarana sale en la cara señor presidente” –tuve que preguntar en recepción como entender el comentario-, pero estuvo bien puesto el “chingazo”, para el 15 de mayo, sale a adueñarse de la comunicación con otro contenido –en video-, confrontando nuevamente a la figura presidencial, esta vez más directo y acusándolo junto a su gobierno, de acosar sexualmente a las mujeres –vaya tema-. El 19 de mayo vuelve a la carga, ahora contra su estrategia fiscal, que viene disfrazada de impuestos –al puro estilo de mi paisano, Antonio López de Santa Anna -, con ese, nuevamente se roba “cámara” y se visualiza en el pico del gráfico.
Barriendo sus redes y las diferentes plataformas –hasta tiktok-, la narrativa está debidamente articulada y correctamente “traducida” al lenguaje de cada red, es decir, correcto tono y color. En Tik Tok por ejemplo, donde los políticos les cuesta ser auténticos –en mi país muchos hacen ridículo o bailan sin sentido-, él, logra resultados muy respetables siendo él, siendo un ciudadano más y cuenta con alcances superiores a las 20 mil reproducciones.
La pregunta ¿Qué pasa presidente? está calando en el subconsciente colectivo del “tico” ya que la conversación en redes sociales gira en torno a la impuesta por Álvarez Desanti en medios digitales.
El empresario y político –retirado o inactivo- Antonio Álvarez ha entendido junto a su equipo, que la política moderna se ejecuta en tres escenarios: tierra, aire y digital. Él, a pesar, de no haber podido comprobar yo, que también hace tierra o aire, está haciendo política digital con éxito al punto que domina la conversación y, en consecuencia, se mantiene, como “político no político” vigente. Esto, sin duda, le va a redituar en caso de que este buscando posicionar su nombre para alguna candidatura para la municipalidad de San José o tal vez, en un futuro para algo más grande.
Conocer Costa Rica, su cultura y su gente al atravesar del Atlántico al Pacífico por tierra fue una grata experiencia; sin embargo, más grata resulta para quienes hacemos #ComPol y Estrategia Política, encontrarse con un caso de éxito como este.
La Política Digital es fundamental hoy, la forma más efectiva de instalar un liderazgo político en el ciudadano, es siendo un ciudadano y para muestra, Antonio el empresario/político que no es político.
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